La extraordinaria relación con el Medio Ambiente
En la tarea de cuidado y preservación del medio ambiente los niños son fundamentales. Por años, el desarrollo energético, el avance tecnológico, la globalización, el avance en ciencia o agricultura ha sido enorme. Con ello, también ha aumentado el maltrato al ecosistema, por lo que las personas somos necesarias para cuidar todo lo que hemos ido destruyendo y maltratando poco a poco. En este sentido, los niños y niñas representan el futuro, por lo que se les debe enseñar a desarrollar prácticas sostenibles que sean generosas con el medio ambiente, para poder preservar el mundo como lo conocemos hasta entonces. Ellos y ellas serán los responsables de poner en práctica desde políticas ecológicas a nivel mundial como a llevar a cabo pequeños gestos en favor de mantener el ecosistema.
El medio ambiente debe ser un tema cada día más importante para la sociedad en la que se vive, pero en especial para los niños y niñas que son las generaciones para mantener y garantizar un planeta sin contaminación. La educación ambiental en los niños es esencial sin duda alguna para poder transformar la sociedad en relación con el impacto de las actividades humanas sobre los recursos naturales y formar valores en esas generaciones que amen, respeten, valoren y conserven con responsabilidad y conciencia su medio ambiente.
Las medidas educativas y de concienciación sobre el medio ambiente desde pequeños no solo ayudan a que se tenga un mundo mejor en el futuro, sino que enseñan valores como la responsabilidad y la empatía con la naturaleza y hace que los niños se sientan parte de la naturaleza, parte de la humanidad a la que pertenecen y por lo tanto les enseña a respetarla.
Los beneficios emocionales de cuidar el medioambiente en los niños
Los niños que tienen una mayor presencia en lo natural son más conscientes del cuidado de lo que les rodea, presentan una mayor concentración y autodisciplina, son más imaginativos, tienen más facilidad para divertirse y colaborar en grupo, son más observadores, muestran más capacidad de razonamiento y son más serenos, independientes y desarrollan menos miedos e inseguridades.
Los niños que pasan más tiempo en contacto con la naturaleza tienden a experimentar emociones más positivas, albergan más vitalidad, felicidad y manifiestan una armónica satisfacción con la vida (Capaldi, Dopko y Zelenski, 2014).
Los investigadores José Antonio Corraliza y Silvia Collado, de la Universidad Autónoma de Madrid, concluyeron que “aquellos niños que disfrutan de un mayor contacto con el medio natural son capaces de afrontar mejor algunas situaciones adversas a las que son expuestos habitualmente, y además sufren menos estrés del que cabría esperar si no contasen con este factor protector que es la naturaleza”.
La naturaleza ofrece una cantidad tan elevada de incentivos, que la relación con ella provoca un estímulo directo en las neuronas, en las emociones y supone una experiencia que genera un inmediato bienestar.
También, el contacto de los niños con la naturaleza mejora la tolerancia a la frustración, algo que los psicólogos consideran esencial para su bienestar emocional, otro beneficio de la naturaleza es que desarrollan la empatía, ayuda a que se sientan más agradecidos que es otro de los beneficios que se obtiene al entrar en contacto con el medioambiente, estudios demuestran que el corazón de las personas agradecidas late mejor, pues ese estado libera endorfinas que regulan la presión sanguínea.
“Nadie ama lo que no conoce. Lo mejor que se le puede dejar a los niños es amor, conocimiento y un ambiente sano”.
-José Pineda
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