NUACHTÁN KÍNDER | Febrero 2022
Beneficios de la poesía en el desarrollo de nuestros niños
Por Ana Paola Gerdingh | Coordinación de Actividades Estudiantiles
¿Quién dijo que la poesía no es para niños? La escuchan desde que son bebés en las canciones infantiles y la armonía de las rimas capta rápidamente su atención. Muchos juegos de palabras se basan en recursos poéticos, y cuando crecen son muchos los pequeños que se animan a crear sus propias composiciones.
Leer, recitar y memorizar poemas tiene incontables beneficios para los niños y Almudena Palacios, maestra, Educadora en Disciplina Positiva, nos habla de ellos:
Estimula el desarrollo emocional y cognitivo
La poesía es un género literario que nos hace sentir y emocionarnos, pues no basta con leer poemas de manera lineal, sino que se necesita ayuda de los gestos, la mímica, la entonación, la cadencia de la voz… para dotarlo de un mayor sentido.
Estimula el desarrollo del lenguaje
El lenguaje que se utiliza en el género literario de la poesía suele ser más complejo y elaborado que en los cuentos, por lo que leyendo o escuchando poesía, los niños potenciarán su lenguaje y adquirirán nuevas habilidades comunicativas.
En este sentido, el niño que lee poesía desarrollará una mayor conciencia fonológica, es decir, comenzará a darse cuenta de las unidades en las que se divide el habla, así como de su pronunciación, tratando de mejorar aquellas palabras que no pronuncia bien todavía.
Pero no hace falta esperar a que nuestros hijos sepan leer o entiendan perfectamente lo que leemos, pues leer a nuestro bebé, aunque no pueda entendernos, también tiene importantes beneficios relacionados, entre otros, con la adquisición del lenguaje.
Aumenta el vocabulario
Y al hilo de lo anterior, leer poesía -aunque en general, también aplica a cualquier otro género literario- ayudará a los niños a ampliar su vocabulario, tanto expresivo como comprensivo de una forma sencilla y lúdica.
Además, mediante las rimas los niños aprenden cómo se combinan los sonidos para formar palabras y frases, empezarán a entender el ritmo de la lengua y se irán adentrando poco a poco en el mundo de la lectoescritura.
Mejora la dicción
Recitar poesía ayuda a los niños a mejorar su expresión verbal y su dicción, pues la pronunciación juega un papel fundamental para no perder la gracia y la esencia de la rima.
Por otro lado, para leer o recitar poesía correctamente también hay que ser conscientes de la importancia de las pausas, la respiración y la cadencia de cada frase.
Ayuda a la expresión corporal
La expresividad física forma parte de las habilidades sociales y la capacidad de comunicación de los niños desde que nacen, aunque se va desarrollando con la edad. Son muchos los juegos que podemos hacer con los niños para estimular el desarrollo de su expresión corporal, y animarlos a recitar poesía es uno de ellos.
Recitar poemas ayuda a los niños a conectar con su propio cuerpo, contribuyendo a mejorar su coordinación y capacidad motora. Y es que la música y ritmo de los versos favorece la expresión corporal y la libertad de movimiento a la hora de leer o recitar.
Fomenta la adquisición de nuevos conocimientos y el trabajo con valores
A través de la poesía, el niño también irá conociendo el mundo que le rodea, pues por lo general, los poemas suelen estar centrados en aspectos concretos o actividades de la vida cotidiana.
Favorece la memorización
La memoria nos acompaña desde que nacemos y se va desarrollando a lo largo de nuestra vida, convirtiéndose en una herramienta fundamental en nuestro día a día. Por eso es tan importante ejercitarla diariamente y estimularla en los niños de forma adecuada para que logren una agilidad que les ayude, no sólo a lo largo de su etapa académica, sino también a lo largo de su vida. En este sentido, leer o escuchar varias veces un poema hará que los niños acaben memorizándolo casi sin darse cuenta, pues la musicalidad y rima de los versos, así como sus frases cortas y sencillas permiten ejercitar la memoria con gran facilidad.
Estimula la imaginación
Psicopedagogos, educadores y pediatras coinciden en afirmar que la lectura ayuda a los niños a desarrollar su mente y a estimular su imaginación y creatividad. A medida que el niño va creciendo, podemos elegir poemas adecuados a su nivel de comprensión y dominio del lenguaje, y a través de la lectura o la escucha conseguiremos que su imaginación eche a volar, sueñe despierto y recree los versos en su mente.
Despierta la capacidad de apreciar la música
Las estructuras rítmicas despiertan en el niño distintas sensaciones frente a las palabras, pues aparecen matices diferentes a los que encontramos habitualmente en los cuentos, tales como el ritmo, la sonoridad, la coincidencia de fenómenos, la musicalidad… ¡Y es que poesía y música se dan la mano!, de ahí que guste tanto a los niños desde que son pequeños, pues la repetición de sonidos les aporta seguridad al tiempo que contribuye a crear patrones de atención.
Potencia el aprendizaje artístico
Y al hilo del punto anterior, conviene destacar que la poesía conlleva ritmo, música, dramatización, interpretación, memorización… es decir, un sinfín de connotaciones artísticas que aporta grandes beneficios a los niños, tanto en su desarrollo académico como social.
Invita a la relajación
Almudena nos explica que la musicalidad de los versos, cuando leemos poesía a los niños, invita a la relajación, por lo que aconseja disfrutar de la lectura de un poema antes de que nuestros hijos se vayan a la cama, aunque en general cualquier momento del día es bueno para ello.
Fomenta el gusto por la lectura
Por lo general, los poemas suelen ser breves y ágiles en su lectura, por lo que leérselos a nuestros hijos desde que son pequeños puede ser una buena forma de comenzar a inculcarles el hábito y el amor por los libros.
Otros aspectos propios de la rima como la musicalidad, el juego de palabras y el ritmo hacen de la poesía uno de los mejores recursos para incentivar el gusto lector de los más pequeños.
Fortalece el vínculo padre/madre e hijo
La lectura compartida favorece y genera un fuerte vínculo afectivo entre padres e hijos, basado en el placer de acompañarlos mientras hacen sus propios descubrimientos y, sobre todo, de pasar tiempo juntos disfrutando de una actividad en común. Debemos recordar que leer es una forma más de jugar con nuestros hijos, de dedicarles tiempo y crear imborrables recuerdos de su infancia. Por tanto, ¡leamos poesía, interpretemos, actuemos y disfrutemos junto a ellos!
https://www.bebesymas.com/beneficiosdelapoesía
Etapas del desarrollo del habla y el lenguaje
Por Iliana Romero | Coordinación Académica Español
Los primeros 3 años de vida, cuando el cerebro está en proceso de desarrollo y maduración, es el período más intenso en la adquisición de las habilidades del habla y el lenguaje. Estas habilidades se desarrollan mejor cuando el niño está expuesto consistentemente a un mundo lleno de imágenes, sonidos y al habla y el lenguaje de los demás.
Existen períodos clave en el desarrollo del habla y el lenguaje de los bebés y los niños pequeños. En estos períodos el cerebro está más capacitado para absorber el lenguaje. Si se dejan pasar estos períodos y no se expone al niño al lenguaje, será más difícil que el niño lo aprenda. El bebé muestra las primeras señales de comunicación cuando aprende que con el llanto logra obtener alimento, consuelo y compañía.
Los recién nacidos, además, comienzan a reconocer los sonidos importantes a su alrededor, por ejemplo, la voz de la madre o de quien lo cuida. A medida que crecen, los bebés comienzan a distinguir los sonidos del habla que componen las palabras de su lenguaje. A los 6 meses de edad, la mayoría de los bebés reconocen los sonidos básicos de su lengua materna.
No todos los niños desarrollan las habilidades del habla y el lenguaje de la misma manera. Sin embargo, todos los niños siguen una progresión natural o una serie de etapas para dominar las habilidades del lenguaje.
¿Cuál es la diferencia entre trastornos del habla y trastornos del lenguaje?
Los trastornos del lenguaje incluyen problemas para entender lo que otros dicen (lenguaje receptivo) o dificultad para compartir ideas (lenguaje expresivo). El trastorno específico del lenguaje, TEL (Specific Language Impairment, SLI) es una limitación que demora el dominio de las habilidades del lenguaje. Algunos niños con un trastorno específico del lenguaje podrían tardarse para comenzar a hablar hasta los tres o cuatro años.
Los niños que tienen dificultad para producir correctamente los sonidos del habla, o que dudan o tartamudean al hablar, podrían tener un trastorno del habla. La apraxia del habla es un trastorno que dificulta la unión de sonidos y sílabas en el orden correcto para formar palabras.
Por último… ¿Qué son la voz, el habla y el lenguaje?
La voz, el habla y el lenguaje son las herramientas que utilizamos para comunicarnos con los demás.
La voz es el sonido que hacemos cuando el aire de los pulmones pasa a través de los pliegues vocales en la laringe haciéndolos vibrar.
El habla es la acción de hablar, o sea una de las formas en que expresamos nuestra lengua. Incorpora la coordinación precisa de acciones musculares de la lengua, los labios, la quijada y el tracto vocal para producir los sonidos reconocibles que constituyen el lenguaje.
El lenguaje es un conjunto de normas compartidas que permiten a la gente expresar sus ideas de modo lógico. El lenguaje puede expresarse en forma oral (verbal) o por escrito, o mediante señas u otros gestos, por ejemplo, parpadeando o moviendo la boca.
https://www.nidcd.nih.gov/es/espanol/etapas-del-desarrollo-del-habla-y-el-lenguaje
Neurodesarrollo infantil – hitos del desarrollo
Por Paulina Cisneros | Depto. de Psicopedagogía
Los humanos no nacemos con todas nuestras capacidades cerebrales listas para ser utilizadas. Están ahí, en el programa que contiene nuestro ADN humano, y progresivamente van ‘manifestándose’ a medida que crece nuestro sistema nervioso. El neurodesarrollo es un proceso lento que empieza en la concepción y no cesa hasta la muerte. Alcanzar la madurez cerebral requiere toda nuestra infancia y adolescencia, dura aproximadamente 20 años.
A continuación, se comparte los hitos del desarrollo de 7 meses y de 1 año.
Hitos del desarrollo a los 7 meses
Hitos del movimiento
- Se voltea en ambos sentidos (de estar boca abajo hacia arriba y de boca arriba hacia abajo)
- Se sienta apoyándose en sus manos, y luego sin apoyarse.
- Apoya todo el peso de su cuerpo sobre sus piernas.
- Agarra cosas con una mano.
- Transfiere un objeto de una mano a la otra.
- Usa el agarre palmar (no el agarre de pinza).
Hitos visuales
- Desarrolla la visión a todo color.
- La visión a distancia madura.
- Mejora la habilidad de seguir objetos en movimiento.
Hitos del lenguaje
- Responde a su propio nombre.
- Comienza a responder cuando le dicen ‘no’.
- Distingue las emociones según el tono de voz.
- Responde a los sonidos haciendo sonidos él mismo.
- Usa la voz para expresar alegría y desagrado.
- Balbucea consonantes.
Hitos cognitivos
- Encuentra objetos parcialmente ocultos.
- Explora con las manos y la boca.
- Tiene dificultad para tomar objetos que están fuera de su alcance.
Hitos sociales y emocionales
- Disfruta los juegos sociales.
- Se interesa en imágenes en el espejo.
- Responde a las expresiones de emoción de otras personas y a menudo se muestra feliz.
Vigilar el desarrollo saludable
Debido a que cada bebé se desarrolla a su manera particular, es imposible decir exactamente cuándo o cómo perfeccionará una habilidad determinada. Los hitos del desarrollo enumerados aquí pueden dar una idea general de los cambios que se pueden esperar, pero no hay que alarmarse si el desarrollo del bebé toma un curso ligeramente diferente. Sin embargo, se debe informar al pediatra si el bebé muestra cualquiera de las siguientes señales en el desarrollo para este rango de edad.
- Parece muy rígido, con los músculos tensos.
- Parece demasiado flexible, como una muñeca de trapo.
- La cabeza se sigue yendo hacia atrás cuando está en la posición de sentado.
- Alcanza las cosas solo con una mano.
- Se rehúsa a ser abrazado o acurrucado.
- No muestra afecto hacia la persona que lo cuida.
- Parece no disfrutar la cercanía de las personas.
- Uno o ambos ojos se mueven hacia adentro o hacia afuera constantemente.
- Lagrimeo persistente, secreción ocular o sensibilidad a la luz.
- No responde a los sonidos a su alrededor.
- Tiene dificultad para llevar objetos a su boca.
- No gira la cabeza para identificar sonidos a los cuatro meses.
- A los 5 meses todavía no se voltea en ninguna dirección (desde la posición boca abajo hacia arriba ni de boca arriba hacia abajo).
- Parece estar inconsolable por las noches después de los cinco meses.
- No sonríe espontáneamente a los cinco meses.
- No puede sentarse con ayuda a los seis meses.
- No se ríe ni hace chillidos a los seis meses.
- No intenta agarrar objetos activamente entre los seis y los siete meses.
- A los siete meses, no sigue los objetos con ambos ojos cuando están cerca (30 cms) o cuando están lejos (180 cms).
- No soporta algo de peso en sus piernas a los siete meses.
- No trata de llamar la atención a través de alguna acción a los siete meses.
- No balbucea a los siete meses.
- A los ocho meses, no muestra interés en juegos como el de esconderse y luego aparecer (conocido como peek-a-boo, en inglés).
Hitos del desarrollo al primer año
Hitos del movimiento
- Se pone en posición de sentado sin asistencia.
- Gatea hacia adelante apoyándose en el vientre y jalando con los brazos y empujando con las piernas.
- Se pone en la posición de cuatro puntos, apoyándose en sus manos y rodillas.
- Avanza apoyado en sus manos y rodillas.
- Pasa de estar sentado a gatear o ponerse boca abajo.
- Se levanta por sí mismo hasta pararse.
- Camina agarrándose de los muebles.
- Se para momentáneamente sin apoyo.
- Puede dar dos o tres pasos sin apoyo.
Hitos en las habilidades de las manos y los dedos
- Usa el agarre de pinza.
- Golpea dos cubos juntos.
- Coloca objetos en un contenedor.
- Saca objetos del contenedor.
- Deja los objetos voluntariamente.
- Empuja cosas con su dedo índice.
- Trata de imitar garabatos.
Hitos del lenguaje
- Presta cada vez más atención al habla.
- Responde a solicitudes verbales simples.
- Responde cuando le dicen ‘no’.
- Utiliza gestos simples, como mover la cabeza para decir ‘no’.
- Balbucea con inflexiones.
- Dice ‘papá’ y ‘mamá’.
- Usa exclamaciones, tales como ‘¡oh-oh!’.
- Trata de imitar palabras.
Hitos cognitivos
- Explora objetos de muchas maneras distintas (sacudiendo, golpeando, tirando, dejando caer).
- Encuentra objetos ocultos fácilmente.
- Mira hacia la fotografía correcta cuando se nombra la imagen.
- Imita gestos.
- Comienza a usar los objetos correctamente (bebiendo del vaso, peinándose el cabello, marcando el teléfono, escuchando en el auricular).
Hitos sociales y emocionales
- Es tímido o ansioso con los extraños.
- Llora cuando su madre o su padre se van.
- Disfruta imitar a las personas en juegos.
- Muestra preferencias específicas hacia ciertas personas y juguetes.
- Prueba las reacciones de los padres ante sus acciones durante la comida (¿Qué hace usted cuando él rechaza una comida?).
- Prueba las reacciones de los padres ante sus comportamientos (¿Qué hace usted si él llora cuando usted sale de una habitación?).
- Puede sentir miedo en algunas situaciones.
- Prefiere a la madre o al cuidador principal por encima de todos los demás.
- Repite sonidos o gestos para llamar la atención.
- Se alimenta con sus dedos.
- Extiende el brazo o la pierna para ayudar cuando lo están vistiendo.
Vigilar el desarrollo saludable
Cada bebé se desarrolla a su manera particular, así que es imposible decir exactamente cuándo o cómo perfeccionará una habilidad determinada. Si bien los hitos del desarrollo que se mencionan aquí pueden dar una idea general de los cambios que se pueden esperar a medida que crece, no hay que alarmarse si el desarrollo del bebé toma un curso ligeramente diferente. Se debe informar al pediatra si el bebé muestra cualquiera de las siguientes señales de un posible retraso en el desarrollo, en el de rango de los ocho a los doce meses.
- No gatea.
- Arrastra un lado de su cuerpo mientras gatea (durante más de un mes).
- No se mantiene de pie con apoyo.
- No busca objetos que alguien esconde frente a su vista.
- No dice palabras sueltas (‘mamá’ o ‘papá’).
- No aprende a usar gestos, como decir adiós con la mano o mover la cabeza para decir no.
- No apunta hacia objetos o imágenes.
NOTA: En los próximos boletines compartiremos hitos del desarrollo de edades de 2 a 5 años.