6 tips para amar estudiar
Al igual que los bebés, los niños tienen una curiosidad innata. Están ansiosos por explorar el mundo que los rodea, absorbiendo nueva información y habilidades como esponjas.
1. Proporciona experiencias prácticas
Trata de encontrar experiencias prácticas y atractivas para tu hijo. Haz del aprendizaje una aventura.
Las experiencias y actividades prácticas despertarán el interés y la imaginación de un niño.
Por ejemplo: Si tu hijo está aprendiendo sobre animales acuáticos en la escuela, llévalo a visitar un acuario. Si está estudiando a cierto artista, llévalo a un museo para que pueda ver sus trabajos.
2. Haz que el aprendizaje sea divertido
Incluso los temas que parecen más insípidos pueden ser más divertidos a través de canciones, juegos académicos, búsquedas del tesoro o actividades creativas.Fácilmente se pueden crear juego de lotería, crucigramas o búsquedas de palabras. A veces, simplemente usar el humor o contar una historia interesante relacionada con el material que se enseña es suficiente para que la experiencia sea más divertida.
3. Demuestra tu propia pasión
Se un gran modelo a seguir para tu hijo al explorar con entusiasmo tus propios intereses y pasiones. Demuestre que TÚ eres un apasionado del aprendizaje. Si tienes el tiempo y los recursos, incluso puedes tomar un curso (en línea o en persona) en algo que te interese: cocina, fotografía, literatura, etc.
Habla con tu hijo sobre lo que estás aprendiendo: los desafíos, la emoción, cómo estás aplicando lo que aprendiste en tu propia vida, etc.
4. Encuentra el estilo de aprendizaje de tu hijo
Los niños tienen su propio estilo de aprendizaje único, o un tipo de aprendizaje que es más efectivo para ellos. Los educadores y psicólogos han identificado tres estilos principales de aprendizaje: visual, auditivo y kinestésico.
Hay muchos cuestionarios disponibles en línea para ayudarte a determinar el estilo de aprendizaje de un niño, pero también puedes hacer una suposición sólida basada en los intereses del niño y el tipo de actividades que parece disfrutar.
- Los alumnos visuales procesan la información de manera más efectiva cuando se presenta por escrito o en imágenes. Son muy observadores, tienen excelente memoria y, a menudo, disfrutan del arte.
- A los alumnos auditivos les gusta escuchar información. Son buenos oyentes, tienen fortalezas verbales y / o aptitudes musicales.
- Los estudiantes cinestésicos son físicos, a menudo sobresaliendo en deportes o baile. Aprenden mejor a través del movimiento y el tacto. Pueden contar con sus dedos o usar gestos frecuentes con las manos.
Muchos niños muestran habilidad en estas tres áreas, pero probablemente hay una que sea más fuerte que las demás. Si puedes encontrar la fortaleza de un niño, puedes ayudarlo a aprender de la manera que le resulte más cómoda y agradable.
5. Tengan conversaciónes, no conferencias
Cuando tu hijo demuestre curiosidad haciendo una pregunta, haz todo lo posible para responderla. Incluso cuando una pregunta está ligeramente fuera de tema, muestra interés y crea una oportunidad de aprendizaje.
Si no sabes la respuesta a una pregunta, descubrir la respuesta juntos puede ser una experiencia divertida y memorable.
También puedes ampliar la conversación haciendo preguntas abiertas tú mismo. Comienza tus preguntas con “¿Por qué”, “Cómo” o “¿Qué pasaría si …?”. Estas preguntas pueden llevar a los niños a niveles más altos de pensamiento crítico y resolución de problemas.
Prestar atención a las preguntas que hace tu hijo también te ayudará a descubrir los intereses de tu hijo, que luego podrás incorporar en futuras conversaciones o lecciones.
6. Se solidario y alentador
Una razón por la que muchos niños pierden su amor por el aprendizaje es porque comienzan a asociar el aprendizaje con la ansiedad y la presión. Les preocupa obtener una mala calificación, responder mal una pregunta o reprobar el examen.
Cuando el aprendizaje solo se trata de resultados, ya no es divertido.
Es importante enseñar a los niños que el éxito no es el resultado de habilidades innatas como la “inteligencia”. En cambio, el éxito proviene de la persistencia, la práctica, el trabajo duro y muchos fracasos.
La investigadora de la Universidad de Stanford, Carol Dweck, descubrió que cuando se elogia a los estudiantes por su esfuerzo en lugar de su capacidad, en realidad obtienen mejores puntajes en las pruebas de inteligencia.
Por otro lado, los niños que ven los desafíos como oportunidades de aprendizaje tienen más probabilidades de persistir, elaborar estrategias y seguir trabajando hasta que encuentren una solución.
Fuente:
Mentesasombrosas.com